CONSIDERA TUS CAMINOS

Ageu 1.1-14

Dios nos a llamado a cumplir una tarea. Mas muchos hoy día se han olvidado de esta gran tarea y tienen sus PRIORIDADES en sus intereses personales. Dios en su amor y misericordia nos dice que consideremos nuestro caminos y corrijamos nuestras prioridades.

Texto: Hageo 1:1-14 Ambiente de la época: El pueblo de Judá había provocado a ira al Dios de los cielos y Dios los entrego en manos de Nabucodonosor rey de Babilonia, el cual destruyo el templo y los llevo cautivo a Babilonia. Bajo el Gobierno de Ciro, rey de Persia, se les permitió a los judíos regresar a Jerusalén y reconstruir el Templo. Esto había sido predicho por el profeta Jeremías, que después que Judá estuviera 70 años en cautiverio seria nuevamente restaurada a la tierra de sus padres y reconstruirían el Templo.
(Jer 29:10 RVR, Porque así dijo Jehová: Cuando en Babilonia se cumplan los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena palabra, para haceros volver a este lugar) El profeta Isaías predijo aun con mas detalles al mencionar por nombre a la persona que Dios iba a usar para que los judíos reedifican el Templo. (Isa 44:28 RVR, que dice de Ciro: Es mi pastor, y cumplirá todo lo que yo quiero, al decir a Jerusalén: Serás edificada; y al templo: Serás fundado.) Antes de que Ciro naciera Dios lo había mencionado por nombre y había dicho que Ciro, rey de Persia permitiría a los judíos reedificar el Templo. Ciro sabiendo de la profecía de Isaías 44:28 dice lo siguiente en Esdras 1:2 RVR, : “Así ha dicho Ciro rey de Persia: Jehová el Dios de los cielos me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa (Templo) en Jerusalén, que está en Judá.” Me imagino que Ciro se quedo maravillado ante el poder divino de Dios y se sintió controlado por un deseo de cumplir lo que estaba escrito. Fue tanto así que Ciro dio la orden, permitiendo a los judíos reedificar el Templo que es la casa de Dios. (Esdras 5:13 RVR, Pero en el año primero de Ciro rey de Babilonia, el mismo rey Ciro dio orden para que esta casa de Dios fuese reedificada) Detrás de todo esto podemos ver la mano de Dios obrando y podemos notar que la voluntad de Dios era que los judíos una vez salieran del cautiverio edificaran el Templo de Dios. !Esta era la voluntad de Dios! ¿Pero que paso? Al principió se dedicaron de inmediato a reconstruir el Templo.
Comenzaron con una buena actitud. Sin embargo surgió la oposición, y una vez que Ciro murió su sucesor al trono prohibió que los judíos siguieran reedificando el Templo. (Esdras 4:5 RVR, Sobornaron además contra ellos a los consejeros para frustrar sus propósitos, todo el tiempo de Ciro rey de Persia y hasta el reinado de Darío rey de Persia.) Los judíos no le hicieron caso a Dios sino que la oposición los atemorizo y pararon por completo la reedificación del Templo hasta que quince años después, Darío, rey de Persia, ascendió al trono y publico su edicto permitiendo a los judíos reconstruir la ciudad y el Templo. Veamos lo que sucedió una vez que esto les fue permitido por Darío, rey de Persia. Introducción: Era claro que el propósito de Dios fue que los judíos reedificaran el Templo quince años antes de que Hageo trajera palabra de Dios, pero en ese entonces ellos vieron el problema mas grande que su Dios. La oposición hizo que ellos pararan la reedificación del Templo en ese entonces. De igual manera hoy todos nosotros sufrimos oposición para que dejemos de edificar el Templo. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? (1 Cor 6:19 RVR) Así como los enemigos de los judíos se opusieron a que ellos reedificaran del Templo, de igual manera nuestro enemigo se opone para que tu y yo dejemos de edificar el Templo de Dios que somos nosotros. Nuestro enemigo se opone y se levanta contra todo lo que es de Dios. ¿Pero sabes que? Nuestro enemigo tiene limitaciones. Lo vemos en el relato del libro de Job cuando Dios le permitió a Satanás herir a Job mas le dijo que no tocara su vida. También cuando Jesús le dijo a Pedro: “...Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo” (Lc 22:31, RVR), en otras palabras Satanás tenia que pedir permiso. El no puede hacer lo que el quiera sino solo lo que Dios le permita hacer. Dios es fiel, Él cuida de nosotros y esta ahí dispuesto a ayudarnos. Jesús dijo al Padre ”No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal” (Jn 17:15, RVR). Y dice la palabra de Dios que: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.” (1 Cor 10:13, RVR) Satanás se opone a los planes de Dios, a lo que Dios quiere para nosotros y su reino, pero no nos rindamos como hicieron los judíos que dejaron de hacer la voluntad de Dios y la reedificación del Templo se detuvo, sino resistamos al diablo y el huirá de nosotros.
Acordémonos que “...mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.” (1 Jn. 4:4, RVR) Satanás siempre tratara de oponerse a que no crezcamos, a que no hagamos la voluntad de Dios.
No dejemos que la oposición detenga lo que Dios anhela para nuestras vidas. Aunque se vea difícil, si Dios te puso ahí, quédate ahí, Aunque se vea imposible, si Dios te envía, ve. Aunque tu creas que tu no puedes, si Dios te aparta, entonces hazlo. ¿Que es mas grande para ti, Dios o la oposición? Para Dios nada es imposible y como Pablo dijo: todo lo podemos en Cristo que nos fortalece. Ahora, ¿a que Pablo se refería?. Pablo no estaba diciendo que somos superhombres, yo no puedo pararme en medio de la calle y que venga un carro y no me mate o me lastime, yo no puede brincar de un quinto piso y cuando caiga al piso salir caminando. Si leemos el contexto de lo que Pablo se refería en Filipenses 4:13 al decir Todo lo puedo en Cristo que me fortalece, nos vamos a dar cuenta que Pablo estaba bajo la voluntad de Dios en obediencia al llamado que Dios le había hecho. Y si Dios llama, Dios te respalda; Si Dios te pone, Dios te usa; Si Dios te envía, Dios te fortalece. Si es la voluntad de Dios entonces no nos rindamos a la oposición porque todo lo podemos en Cristo que nos fortalece. Los cristianos experimentamos desaliento en esta vida, pero nuestra confianza en Dios nunca estará fuera de lugar. Dios no dejará que nos hundamos. Con toda confianza podemos depender de Él porque el cuida de sus Hijos en esta tierra y porque es genuina la vida eterna que nos ofrece.

I) La excusa

1En el año segundo del rey Darío, en el mes sexto, en el primer día del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, diciendo: (Hageo 1:1 RVR) Una vez que Darío comenzó a reinar no había oposición ya que el rey les permitió a los judíos reedificar el Tempo a Dios, no solo eso sino que Darío les dio dinero para pagar los gastos de la edificación del Templo también les dio animales para que hicieran sacrificios y por si fuera poco el rey Darío dijo pobre del que se oponga a que los judíos reedifiquen el Templo a Dios. Pero ahora que los judíos podían hacer todo esto, ellos habían puesto la mirada en ellos mismo y no en Dios. La Biblia nos dice en el Hageo 1:1, RVA “ En el año segundo del rey Darío, en el mes sexto, en el primer día del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo Cuando Darío tenia ya mas de dos años reinando vino palabra de Dios por medio del profeta Hageo, pero no sabemos cual es la fecha exacta en que Darío les permitió reconstruir el Tempo. Me imagino que fue mucho antes de que viniera la palabra de Dios por medio del profeta Hageo. Pero el pueblo había dejado la reedificación hacia quince años y estaban tan desanimados que ni les importaba mucho ya habían perdido el interés.
Por eso Dios envía a Hageo para animarlos a que prosigan la reedificación del Templo. 2Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: Este pueblo dice: No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada. (Hageo 1:1 RVR) El versículo dos comienza refiriéndose al pueblo de Israel como este pueblo. Dios no dijo “Su Pueblo” sino que dijo por medio del profeta Hageo “Este Pueblo”. Por estas palabra podemos ver que había cierta distancia entre Dios y el pueblo de Judá. La razón de esta distancia entre Dios y el Pueblo se ve clara cuando seguimos leyendo mas adelante. Ellos fallaron en reedificar el Templo. Este pueblo estaba mas preocupado en construir y adornar sus casas que en reedificar el Templo de Dios. Dios dice, escucha la excusa que ellos me dan, diciendo: “No ha llegado aun el tiempo”. Hageo quería alentar al pueblo para que siguiera la reconstrucción del templo. La oposición de los vecinos hostiles provocaron que el pueblo se sintiera desalentado, que se olvidara del templo y que se olvidara de Dios Y en vez de ellos aceptar que no estaban haciendo la voluntad de Dios y arrepentirse por no reedificar el Templo, ellos dieron una excusa.
La solución no es dar una excusa de porque no obedecemos a Dios sino que la solución es que reconozcamos, nos arrepintamos y nos tornemos a El para hacer su perfecta voluntad. Una de las cosas que Dios nos dice que hagamos es hablarles a otros el evangelio. La excusa de muchos es: No le hablo a otros de Dios porque quizás no quieren escuchar, no le hablo de Dios porque se ven felices como están, quizás pensarán mal de mi si saben que soy cristiano, quizás se burlaran de mi, mejor no les hablo porque quizás me pregunta algo que no les puedo contestar. Tratamos muchas veces de justificarnos con excusas pero mientras sepamos lo que tenemos que hacer y no lo hagamos estamos desobedeciendo. Dios nos llama hoy a que nos dejemos de excusas y tomemos la decisión de obedecerle, nos perdemos de Sus bendiciones por causa de la desobediencia.

II) La causa del descuido: el egoísmo del pueblo

3Entonces vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: 4¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta? (Hageo 1:3-4 RVR) Dios le dio a los judíos la tarea de terminar el templo en Jerusalén cuando regresaron de su cautiverio.
Habían pasado 15 años y no lo habían terminado. Les preocupaba mas la construcción de sus casas que reedificar el Templo de Dios.
Nuestra prioridad debe ser edificar el Templo de Dios que somos nosotros y no las cosas materiales y temporeras. Podemos reedificar nuestro templo ayudándoles a otros a crecer. Ya sea a la iglesia en general, a un hermano o hablándole a un amigo el evangelio. Todos nosotros en alguna manera podemos ser de edificación a otros. Para que tu copa sea llena nuevamente tu tienes que darle a otros de lo que tu tienes. Dios a cada uno de nosotros nos a dado a lo menos un talento y es para que lo usemos, una vez que tu uses lo que Dios te a dado el te dará mas y así serás tu edificado. Dios nos llamo con un propósito. Dios nos llamo para servirle. También podemos edificar nuestro templo orando y leyendo la Biblia. Tenemos que dedicar tiempo a Dios. Una semana trae 168 horas, de esas 168 horas ¿cuántas tu le dedicas a Dios? Es verdad que en estos días vivimos bajo muchas presiones, las demandas, las expectativas y las tareas exigen por todos lados y agreden nuestros planes. ¡Haz esto! ¡Tienes que estar aquí! ¡Termina esto! ¡Llámalos! Parece como si todo el mundo quisiera algo de nosotros: la familia, el jefe, la escuela, la iglesia, etc... En ninguna manera yo estoy diciendo que estas cosas son malas, mi punto es que vivimos en un tiempo donde existen muchas presiones, pronto nos quedamos con muy poco que dar, se nos agota la energía y el tiempo. Nos encontramos corriendo por la vida, atendiendo las cosas necesarias, lo inmediato y lo urgente Y muy a menudo lo importante lo dejamos empolvado. La cuestión no es el volumen de demandas ni la incapacidad para organizarnos, sino los valores: ¿Que es realmente importante para nosotros? Nuestros valores y prioridades se reflejan en la manera en que utilizamos nuestros recursos: tiempo, dinero, fuerza y talento. Con frecuencia las acciones contradicen las palabras. Decimos que Dios es el número un pero luego nos olvidamos de ponerlo en nuestra lista de cosas que debemos hacer. Algunos le dan a Dios el tiempo que sobra si es que sobra. Esto no debe ser así, el tiempo para Dios es sagrado, debemos de apartar tiempo para la edificación del Templo: sirviendo, en oración y leyendo la palabra. No era pecado el que los judíos hicieran casas para ellos. Todos necesitamos una casa donde vivir y estar calientes. El pecado era que los judíos estaban interesados en ese entonces en tener una casa lujosa cuando la casa de Dios estaba desierta y estaban poniendo la prioridad en ellos y no en Dios.
Ellos querían abitar en casas lujosas y ponían todo su tiempo, dedicación y esfuerzo en ellos y no en el Templo de Dios. Sus prioridades estaban invertidas. No es busca primero tus bienes y el reino de Dios vendrá por añadidura, sino Buscad primero el reino de Dios y su justicia y lo demás vendrá por añadidura. Dios conoce tu corazón y tu corazón esta donde esta tu esfuerzo, tu tiempo y dedicación. Nos hemos envuelto tanto con lo que queremos nosotros que se nos a olvidado lo que Dios quiere. Es interesante como muchas personas son capaces de encontrar tiempo para esas cosas que son prioridades para ellos mismos. Algunas personas pasan mas tiempo mirando el televisor que edificando el Templo. Leen mas el periódico o revistas mundanas que la Biblia. ¿Sabes cual es la táctica del diablo? El enemigo dice bueno, si no te saco por lo menos te entretengo. Nos hemos vuelto a enviciar en los placeres del mundo. Y lo triste es que le damos mas mportancias a cosas pasajeras que a las eternas. Hoy Dios nos dice que consideremos nuestros caminos. No pongamos por prioridad lo temporal, cuando muramos la casa se queda aquí, tu carro también, tu perro también, también el TV. Seamos sabios y démosles prioridad a lo eterno, démosle prioridad al que pago un precio por ti y por mi. Pablo dijo: ...ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí (Gal 2:20, RVR) y si Dios es el que vive en ti entonces déjalo que el haga de ti lo que el quiere y desea. DIOS DESEA NUESTRO TIEMPO, EL DESEA NUESTRA ENERGIA, DIOS QUIERE NUESTRA DEDICAION, NUESTRO CORAZÓN, EL DESEA TODO NUESTRO SER. Pongamos nuestra mirada en lo eterno.

III) Trabajo en vano

5Pues así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad bien sobre vuestros caminos. 6Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto. (Hageo 1:5-6 RVR) Dios nos dice “considera tus caminos”. Debido a que el pueblo no había puesto a Dios en primer lugar de sus vidas sus posesiones materiales no los satisfacían. Se concentraron en construir y embellecer sus propias casas, y por tal razón la bendición de Dios fue aplazada ya que Él no estaba en el primer lugar de sus vidas.
Moisés predijo que este sería el resultado si el pueblo se olvidaba de Dios (Deuteronomio 28.38–40) Todo lo que ellos hacían era en vano porque no tenían a Dios en primer lugar. Dios no los prosperaba y aunque hoy día muchos son prosperados en lo material aun cuando no tienen a Dios en primer lugar, Nunca estarán satisfechos por la sencilla razón de que no importa que tu tengas una casa lujosa, no importa que tu tengas un carro del año, no importa que tu tenga cuanta cosa material existe, si no tienes a Dios en primer lugar nunca vas a estas satisfecho. Pero Dios es misericordioso. Es tanto la misericordia de Dios que el permitía que ellos no prosperarán para que ellos se dieran cuenta que necesitaban de Dios. Pero estaban tan ciegos que no se daban cuenta sino que trataban con todas sus fuerzas satisfacerse con casas lujosas. Dios en su amor y misericordia les habla por medio del profeta Hageo y les dio el remedio.

IV) El remedio

7Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos. 8Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; y pondré en ella mi voluntad, y seré glorificado, ha dicho Jehová. (Hageo 1:7-8 RVR) Nuevamente Dios les dice que consideren sus caminos. Busquemos lo que necesitamos para reedificar el Templo en nuestras vidas. Busquemos los materiales para reedificar el Templo. Esos materiales son una relación personal con el Espíritu Santo, oración, leer la Biblia, fe para sostenerla, evangelismo para que sea mas grande para otros. Tenemos que edificar la casa de Dios y no la nuestra. Una vez tu hagas esto entonces Dios pondrá en ti Su voluntad. E oído muchas personas decirme yo no hago esto o lo otro porque Dios no a puesto en mi el querer como el hacer. Déjame decirte que Dios no va a obligar a nadie a hacer algo.
Dios nos dice por medio de su palabra lo que tenemos que hacer y El solo va a poner en ti el querer como el hacer si el ve que tu en verdad quieres servirle. Rindámonos por completo, todo el tiempo, todo nuestras fuerzas, todo nuestro ser. Dios nos dice hoy “considera tus caminos”, ¿no crees que vale la pena.?

V) Reprensión de Dios

9Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué? dice Jehová de los ejércitos. Por cuanto mi casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa. 10Por eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia, y la tierra detuvo sus frutos. 11Y llamé la sequía sobre esta tierra, y sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino, sobre el aceite, sobre todo lo que la tierra produce, sobre los hombres y sobre las bestias, y sobre todo trabajo de manos. (Hageo 1:9-11 RVR) El problema de Judá era que tenía confundidas sus prioridades. El estado espiritual del pueblo de Israel tuvo un efecto directo sobre sus intereses temporales. Eran pocos los frutos en comparación con el trabajo invertido. Esto era castigo de Dios debido al pecado del pueblo. Al ellos buscar sus propias fortunas, habían exhibido una gran actividad para favorecer sus propios intereses egoístas, con un descuido total de los intereses del Señor. El Señor detuvo el roció que había sustituido a la lluvia durante los secos meses del verano, de manera que no había crecimiento en la tierra. Así, Dios demostraba claramente que El era el supremo proveedor de alimento para Israel. Más de una vez en la historia de Israel, Dios veía que había necesitado de llevar a la nación a la conciencia de que dependía totalmente de El para la necesidades de la vida. Si no ponemos a Dios en primer lugar todo lo demás que hagamos se desvanecerá. Dios es el que provee para las necesidades de la vida y siempre que busquemos primero de Dios, El suplirá nuestra necesidades.

VI) La obediencia de la nación

12Y oyó Zorobabel hijo de Salatiel, y Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo, la voz de Jehová su Dios, y las palabras del profeta Hageo, como le había enviado Jehová su Dios; y temió el pueblo delante de Jehová. 13Entonces Hageo, enviado de Jehová, habló por mandato de Jehová al pueblo, diciendo: Yo estoy con vosotros, dice Jehová. 14Y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos, su Dios, 15en el día veinticuatro del mes sexto, en el segundo año del rey Darío. (Hageo 1:12-14 RVR) Necesitamos obedecer a Dios, esta palabra no esta escrita en la Biblia solo para dejarnos saber un hecho histórico sino que Dios nos habla hoy por ella para darnos una advertencia. Tenemos que escuchar lo que el Espíritu nos deja saber por medio de la palabra de Dios. Tenemos que decidir lo que vamos a hacer. ¿Vamos a servir a Dios o a nosotros mismo?

Conclusión:

Cuando decidamos edificar el tempo de Dios, entonces El nos dará las fuerzas para servirle. Notemos que el pueblo primero decidió reedificar el tempo de Dios y luego Dios despertó el espíritu en ellos. El es quién energiza a los hombres para que quieran y hagan su buena voluntad. Hoy Dios nos dice “considera tus caminos” Es cierto que es muy fácil que otras cosas nos quiten el tiempo y nosotros vengamos a hacer que otras prioridades sean más importantes que la obra de Dios. Pero Dios quiere que tu y yo continuemos adelante y que edifiquemos su reino. No nos detengamos ni pongamos excusas. Jesús viene pronto y hay mucho trabajo que hacer. Ordenemos nuestras prioridades. No temas comenzar a realizar la tarea que Dios te haya encargado. No dejemos que la oposición detenga lo que Dios anhela para nuestras vidas. Aunque se vea difícil, Dios te va a ayudar, aunque se vea imposible, para Dios nada es imposible, aunque tu creas que tu no puedes, Dios puede y nosotros todo lo podemos en El que nos fortalece. Los recursos de Dios son infinitos y el siempre estará ahí para ayudarnos.

Predicado el 2 de Febrero del 2001
Abner Guzman - http://alcanzandonaciones.org