Apocalipsis 2:1-7
Todos recordamos nuestro primer amor – esa persona que nos hizo palpitar el corazón, que nos parecía lo máximo.
Recordamos esos sentimientos de ternura, la manera en que el simple sonido de su voz nos traía alegría.
Una muchacha descubrió que había cometido un error al romper con su novio, su primer amor, y le escribió la siguiente carta: Queridísimo Jaime, Las palabras no logran expresar la gran tristeza que he sentido desde romper nuestro compromiso.
Por favor, dime que me aceptarás de nuevo. Nadie podría tomar tu lugar en mi corazón, así que, por favor, perdóname. ¡Te quiero, te quiero, te quiero! Tuya por siempre, María. P.D. Felicitaciones por ganarte la lotería.
Creo que en el caso de esta muchacha, la razón de su amor redescubierto es clara. Quién sabe por qué perdió el amor, pero regresó por el dinero.
Hay otra situación de amor perdido que es algo más trágica. Sucede cuando perdemos nuestro amor por nuestro Salvador. En el pasaje que leemos hoy, Jesús acusa a una iglesia de haber perdido su primer amor. Los miembros de esta iglesia hacían muchas cosas bien, pero ya no tenían el amor que habían tenido en un principio.
Lectura: Apocalipsis 2:1-7
¿Será que esta carta describe nuestra iglesia? Si es así, ¿cómo pueden ser diferentes las cosas? La iglesia está compuesta por sus miembros. Si la iglesia va a cambiar, entonces, los miembros tienen que cambiar primero.
Pero quizás estás pensando: Yo soy fiel a la iglesia, siempre asisto, y creo en la verdad bíblica. Mi doctrina es pura. Yo creo que estoy bien. Fíjate en lo que dice el pasaje:
I. Nuestro primer amor por Cristo se puede perder
Noten las cosas por las que Jesús felicita a la iglesia. Ellos se han mantenido fieles bajo la prueba y han mantenido la pureza de la doctrina. A pesar de esto, Cristo los acusa de perder el primer amor. Vemos, entonces, que nuestro primer amor por Cristo se puede perder aunque seamos fieles.
Esta iglesia se había mantenido fiel bajo la persecución. No se sabe exactamente qué formas tomó esta persecución, pero podemos suponer que algunos habían perdido la propiedad y quizás otros estaban encarcelados, así como lo estaba Juan.
Aun bajo estas circunstancias tan adversas, la iglesia se había mantenido fiel a su Señor. En esto nos sirve de ejemplo.
En realidad me pregunto cuántos de nosotros seríamos capaces de soportar el nivel de persecución que soportan nuestros hermanos en otras partes del mundo.
Aunque habían soportado la persecución, sin embargo, aunque se habían mantenido fieles a Cristo, habían perdido el calor de su compromiso con él. Habían perdido ese amor.
Escúchame bien, sobre todo si has estado en la iglesia más de uno o dos años. Es fácil llegar a pensar que lo que Cristo quiere de ti es simplemente que no dejes de asistir a la iglesia, que no dejes de tener alguna clase de vida devocional y que no dejes de creer en él. Todo esto es sumamente importante; pero no es suficiente. Puedes ser fiel, y es importante serlo; pero sin amor, esa fidelidad se vuelve estéril. El amor es central.
Nos damos cuenta también de que esta iglesia había mantenido la pureza doctrinal, a pesar de las falsas enseñanzas de quienes habían infiltrado la iglesia. Estos hombres se describen como malvados y como falsos apóstoles. Eran personas que decían enseñar verdades acerca de Dios, pero realmente difundían sus propias ideas.
Parece ser que estas personas son los nicolaítas que Jesús menciona en el verso seis. No sabemos con seguridad quiénes eran estas personas, pero podría bien ser que enseñaban que la obediencia no es importante para el creyente. En otras palabras, enseñaban que sólo tenemos que tener conocimiento pero no obras.
Los efesios reconocieron la falsedad de tal doctrina. Jesús los felicita por su perspicacia. Nosotros también debemos de rechazar la falsa doctrina. Los falsos maestros vienen a tocar a nuestra puerta o nos invitan a su iglesia para enseñarnos falsedades acerca de Jesús y acerca de la salvación. Tenemos que rechazarlos. Sus falsedades nos llevarán a la perdición.
Pero no es suficiente con sólo tener sana doctrina. Cristo nos exige que no abandonemos ese primer amor. Él desea que mantengamos el calor de nuestra pasión hacia él, y que nuestra religión no sea simplemente de rutina.
La Biblia nos dice que la iglesia es la novia de Cristo.
Cualquier novio quiere más que la simple fidelidad por parte de su novia. Además de que no ande con otros y que le diga la verdad, él quiere saber que ella de veras lo ama.
Eso es lo que Jesús desea de nosotros. Desea un amor que no es simplemente mental, sino que es de corazón. Ese amor se derramará en amor hacia los demás. Si de veras amamos a Cristo, no podremos hacer más que mostrar amor hacia nuestros hermanos también.
Entonces, ¿qué hacemos si nos damos cuenta de que ese primer amor se está desapareciendo? La buena noticia es que
II. Nuestro primer amor por Cristo se puede recobrar
El versículo cinco nos da dos claves para recobrar ese amor que alguna vez sentimos por nuestro Señor. La primera clave es hacer memoria. ¡Recuerda de dónde has caído! Así dice el Señor.
El dicho dice: Ojos que no ven, corazón que no siente. Cuando las cosas que Cristo ha hecho por nosotros han pasado de nuestra vista, el amor también se empieza a desvanecer.
Tenemos que traer conscientemente a la memoria lo que él ha hecho.
Muchas veces nuestro amor por el Señor se enfría sencillamente porque se nos olvida todo lo que él ha hecho por nosotros.
Recuerda todas esas oraciones que él ha contestado. Recuerda todas las veces que te ha sacado de algún aprieto. Recuerda lo que serías si él no fuera tu Señor.
Tenemos que regresar la cinta y poner nuevamente ante nuestra mirada la grandeza de su amor y la profundidad de su sacrificio. Nuestro primer amor por Cristo se puede recobrar si hacemos memoria de su amor y las muestras que hemos visto en el pasado.
La segunda clave es el arrepentimiento. Nos hace falta un acto de voluntad para cambiar. Tenemos que reconocer que Cristo se merece nuestro amor, y que hacemos mal al no entregárselo.
Tenemos que aceptar la responsabilidad por nuestra falta de amor, y ser celosos para el cambio.
Si te parece que falta amor en esta iglesia, no te pongas a analizar las fallas de los demás hermanos. No te pongas a meditar en ese rencor que guardas por esas cosas que te dijeron o lo que te hicieron. Ponte, más bien, a analizar la falta de amor que hay en tu propio corazón.
¿Sabes? El arrepentimiento es individual. Yo no me puedo arrepentir de tus errores, ni tú de los de tu vecino. Cada uno se tiene que arrepentir de sus propios errores. El cambio sólo vendrá cuando cada uno de nosotros se pone a examinar su propia vida para ver si en realidad ha perdido su amor para Cristo, y entonces toma los pasos necesarios para recobrarlo.
Nos urge hacerlo, porque si no lo hacemos, podemos perder nuestro lugar en el plan de Dios y nuestra utilidad para él.
Jesús dice: Si no te arrepientes, iré y quitaré de su lugar tu candelabro. Como vimos la semana pasada, el candelabro es la iglesia. Jesús está diciendo: Si no cambias, tu iglesia dejará de cumplir su función, y la abandonaré, y dejará de existir.
¿Es eso lo que queremos para nuestra iglesia? Jesús nos está llamando a cada uno de nosotros individualmente a ser parte del cambio. Es por eso que él promete: Al que salga vencedor le daré derecho a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios.
El problema es de la iglesia, pero la solución viene de cada miembro que decida que quiere tener victoria sobre la falta de amor.
No podemos separar nuestro amor hacia Cristo de nuestro amor por los demás. Si amamos a Cristo, amaremos a los demás. Por el otro lado, si no amamos a nuestros hermanos, ¿cómo podemos decir que amamos a Dios? No es posible.
Si de veras aprendiéramos a amar, esta iglesia sería un lugar muy distinto. El gran evangelista D.L. Moody dijo lo siguiente: Muéstrame una iglesia donde hay amor, y te mostraré una iglesia que es un poder en la comunidad. En Chicago hace algunos años un niño asistía a la escuela dominical. Cuando sus padres se mudaron a otra parte de la ciudad el chiquillo seguía en la misma escuela dominical, aunque tenía que caminar una larga distancia para llegar. Una amiga le preguntó por qué iba tan lejos, y le dijo que había muchos que eran igual de buenos mucho más cerca de la casa. Podrían ser igual de buenos para otros, pero no para mí, dijo el niño. ¿Por qué no? le preguntó su amiga. Porque en esa iglesia, le aman a uno, respondió el niño.
Si tan solo pudiéramos convencer al mundo de que lo amamos habría menos iglesias vacías, y más asistencia a la iglesia.
Dejemos que el amor tome el lugar del deber en nuestra relación con la iglesia, y el mundo pronto será evangelizado.
www.ekklesiaviva.com
Tópicos: Amor Apocalipse Sermões em Espanhol Sermões em Temas
Sobre Unknown
Edilson Pereira é pregador do Evangelho há 20 anos, tendo ministrado a Palavra de Deus em vários estados do Brasil. O mesmo é Professor de EBD, Escritor e Blogueiro.
Top da Semana
-
“Trazei todos os dízimos à casa do tesouro, para que haja mantimento na minha casa, e provai-me nisto, diz o Senhor dos Exércitos, se eu n...
-
Ola pessoal, em todas as passagens bíblicas se prestarmos atenção e relermos, vamos perceber que sempre tem varias lições para aprendermos...
-
Marcos 7.31-37 -Introdução: as palavras de Jesus são ensinamentos de como podemos fazer missão, mas os seus gestos nos ensinam como nos...
-
Texto Áureo Ex. 23.7 – Leitura Bíblica Êx. 20.13; 35.16-25 INTRODUÇÃO Dando continuidade aos estudos dos Dez Mandamentos, nos deteremo...
-
Muitos afirmam que o peixe que engoliu Jonas vomitou-o "na praia de Nínive". Dizem tam¬bém que o povo de Nínive contemplou este...
-
Lucas 5.33-35 -Introdução: O jejum é tão bíblico que fazia parte da rotina de vida do povo de Deus tanto no Antigo como no Novo Testame...
-
I. O SIGNIFICA DO TERMO LEI A palavra Tóra do hebraico תּוֹרָה, significando Lei, instrução, orientação, conjunto de ensino proféti...
Sermões em Espanhol
Principal
Abençoar
(2)
Adoração
(55)
Amor
(17)
Anjos
(1)
Ano Novo
(22)
Anísio Renato de Andrade
(1)
Arrependimento
(5)
Artigos
(61)
Avivamento
(3)
Batalha Espíritual
(31)
Benção
(3)
Bíblia
(5)
Casamento
(15)
Ceia do Senhor
(6)
Comentários de Lições Bíblicas
(85)
Como Falar Melhor em Público
(1)
Comunhão
(3)
Crescimento
(3)
Crucificação
(5)
Cura
(5)
Curiosidades
(20)
Daniel
(13)
Datas Comemorativas
(45)
Despertamento
(2)
Deus
(6)
Dia dos Namorados
(5)
Dinheiro
(5)
Discernimento
(1)
Diversos
(435)
Diáconato
(2)
Dízimo
(4)
Dúvidas Gospel
(5)
EBD
(83)
Esboços dos Livros
(24)
Escola de Pregadores
(20)
Espírito Santo
(28)
Estudos Bíblicos
(76)
Evangelísmo
(2)
Exposições Gerais das Escrituras
(31)
Família
(7)
Fé
(5)
Gratidão
(3)
Homilética (1)
(2)
Igreja
(4)
Ilustrações
(23)
Jejum
(2)
Julgamento
(3)
Justiça
(1)
Liderança
(4)
Livros Digitalizados
(1)
Mordomia
(1)
Morte e Ressurreição
(1)
Motivação
(2)
Mulher
(4)
Mundo
(1)
Namoro
(1)
O PREGADOR E O SERMÃO
(1)
Obediência
(2)
Oração
(6)
Pecado
(3)
Perdão
(2)
Perseverança
(1)
Promessa
(8)
Quebrantamento
(1)
Reflexões
(2)
Ressurreição
(1)
Salvação
(11)
Sermões Biográficos
(32)
Sermões Curtos
(55)
Sermões Para a Páscoa
(2)
Sermões Para o Ano Novo
(21)
Sermões Para o Dia das Mães
(6)
Sermões Para o Dia dos Pais
(7)
Sermões Para o Natal
(19)
Sermões em Espanhol
(51)
Sermões em Temas
(336)
Significados
(1)
Sofonias
(1)
Sonhos
(5)
Tentação
(4)
Unção
(4)
Vitória
(16)
Vídeos
(3)
Comentários Recentes
Conteúdo

Dias online
Postagens
comentários